Hoy nos toca una tarea importante: revisar, punto por punto, el artículo publicado por Clínica Everest sobre los "efectos nocivos" de la fluorización del agua. (Spoiler Alert, se viene la Tiradera dura) 

Como dentista que sí se basa en la ciencia (y no en teorías de conspiración), es mi deber poner las cosas en su lugar. Si alguna vez has leído un artículo que te hace pensar que el flúor es el "malo de la película", siéntate y prepárate, porque vamos a exponer la verdad detrás de cada una de esas afirmaciones falaces. Aquí no hay lugar para mitos (vamos a ir a lo maldyto, esto no es para sensibles) 

1. "El flúor es tóxico y se acumula en el cuerpo, causando daño."

FALSO. Aquí empezamos con el pie izquierdo.
Lo cierto es que el flúor, como cualquier otra sustancia, puede ser tóxico si lo consumes en cantidades absurdamente altas. Pero vamos a ser claros: la cantidad de flúor en el agua potable está regulada para que esté en niveles seguros.
Según Cochrane Library, una de las fuentes más confiables en cuanto a evidencia médica, la fluoración del agua a niveles recomendados (0,7 ppm) es completamente segura y tiene el beneficio comprobado de reducir las caries en un 35% en los dientes primarios y un 26% en los dientes permanentes.
Así que no, el flúor no se está acumulando en tu cuerpo de manera dañina, como sugiere el que escribió ese artículo de la clínica Everest.
Te están vendiendo miedo infundado.

 2. "La fluorosis es una consecuencia inevitable de la fluorización del agua."

SEMIVERDAD MAL USADA. Sí, la fluorosis existe, pero dejemos las cosas claras. En los niveles de fluorización del agua recomendados, los casos de fluorosis dental severa son extremadamente raros.
Cochrane Library encontró que solo un 12% de las personas pueden tener fluorosis en áreas donde el agua contiene flúor, y la mayoría de esos casos son tan leves que ni siquiera se notan.
¿Prefieres un par de manchas blancas que apenas se ven o una boca llena de caries y dientes podridos? Tú decides. Ah, y esas manchas no afectan en nada la salud de tus dientes.
¡Punto para la prevención y no para la desinformación!

3. "El flúor no es necesario porque las pastas dentales fluoradas son suficientes."

FALSO. Las pastas dentales fluoradas son parte de la solución, pero no toda. La combinación de flúor en el agua y el uso de pasta dental fluorada ha demostrado ser más efectiva para prevenir las caries que solo usar pasta dental. ¿Cómo lo sabemos? Gracias a estudios controlados realizados por Cochrane, que muestran que la fluorización del agua reduce significativamente las caries en la población en general.
Además, en comunidades con menor acceso a servicios odontológicos o educación dental, la fluorización del agua es una medida vital de salud pública. Así que no, no es un "extra innecesario", es una herramienta crucial para prevenir las caries.

4. "El flúor es un veneno y se usa en raticidas e insecticidas."

DE NUEVO, FALSO Y SENSACIONALISTA. Sí, muchas sustancias tienen aplicaciones diferentes. El flúor en grandes concentraciones puede ser usado en productos industriales, igual que el agua puede apagar tu sed o destruir una ciudad si hablamos de una inundación.
El contexto y la dosis son clave. A los niveles que se usa en la fluoración del agua (0,7 ppm), el flúor es seguro y, de hecho, esencial para proteger los dientes de la caries.
La toxicidad del flúor en raticidas no tiene nada que ver con la fluoración del agua. Comparar ambos es como decir que porque el oxígeno puede provocar incendios, deberíamos dejar de respirar. Totalmente absurdo.

5. "Estudios han demostrado que el flúor tiene efectos nocivos en el cerebro y el sistema nervioso."

FALSO, MAL INTERPRETADO Y SESGADO. Aquí es donde entran los malabarismos con los estudios de dudosa calidad. Los estudios que sugieren que el flúor puede afectar al cerebro suelen basarse en exposiciones masivas y en condiciones muy específicas, que nada tienen que ver con la fluoración controlada del agua en niveles seguros. Además, muchos de esos estudios han sido fuertemente criticados por su pobre metodología.
La evidencia robusta de la Cochrane Library y otros estudios bien diseñados muestran que no hay una relación clara entre el consumo de flúor en los niveles que se encuentran en el agua potable y daños en el sistema nervioso. Así que, tranquilos, el flúor no te está "comiendo el cerebro".

6. "Es más seguro simplemente eliminar el flúor del agua."

FALSO Y PELIGROSO. Esta es una de las afirmaciones más dañinas. Eliminar el flúor del agua es una decisión que podría revertir décadas de avances en la salud bucal pública. La Cochrane Library ha demostrado que la fluorización del agua reduce las caries de forma significativa, especialmente en niños. ¿Queremos volver a tiempos donde las caries y los problemas dentales eran endémicos?
La fluorización del agua ha sido un gran éxito de salud pública, y la evidencia respalda esta práctica, no su eliminación.

7. "Hay países que han dejado de fluorizar el agua y no tienen problemas."

MAL INFORMADO. Es cierto que algunos países han optado por no fluorar el agua, pero aquí entra en juego el contexto.
En muchos de esos países, la dieta, el acceso a servicios de salud bucal y las políticas de salud pública difieren drásticamente de los lugares donde se ha optado por la fluorización.
Además, en muchos casos, el flúor se obtiene a través de otros medios (como suplementos o programas de fluoración escolar).
Dejar de fluorar el agua no es una "fórmula mágica" para tener mejores dientes.
La evidencia ha demostrado que, sin la fluorización del agua, las tasas de caries tienden a aumentar, especialmente en poblaciones más vulnerables.

Conclusión: No te dejes arrastrar por cuentos de fantasía

Si llegaste hasta aquí, te habrás dado cuenta de una cosa: el artículo de Clínica Everest es un castillo de cartas. Está lleno de falacias, malentendidos y un claro sesgo anti-fluor, pero lo que le falta es lo que verdaderamente importa: evidencia científica seria.

La ciencia no tiene espacio para opiniones mal fundamentadas. El flúor, en las dosis adecuadas, es una herramienta crucial en la lucha contra las caries, y ha sido usado de manera segura y efectiva por décadas. Los estudios de peso, como los revisados por la Cochrane Library y otras instituciones serias, lo respaldan de principio a fin.

Así que, la próxima vez que te encuentres con un artículo que demoniza al flúor, pregúntate: ¿Está respaldado por la ciencia, o es solo otro intento de sembrar miedo sin fundamentos? Porque aquí, en temas de salud, no hay lugar para el sensacionalismo ni para los pseudoexpertos (ni para ese que supuestamente se las da de dentista al redactar esa basura de artículo) 

Recuerda, el conocimiento verdadero tiene pruebas, y en esta batalla, la evidencia está del lado de la ciencia. Lo demás, bueno... lo demás son solo palabras vacías que se desvanecen con el primer soplo de verdad.

Atentamente,
Don Cepillo. 
*mic drop*